lunes, 16 de mayo de 2016

Yo estuve allí (Parte III)

Capítulo 3.- Tumba de los Tres Hermanos. Arco de Triunfo. Tetrapilón. Templo de Baal- Shamin. Templo de Bel



Nuestra siguiente parada fue la Tumba de los Tres Hermanos. Desaparecía la forma de torre vista anteriormente para convertirse en un hipogeo o tumba subterránea.

Caminando hacia la Tumba de los Tres Hermanos

Indicación, entrada y cornisa del hipogeo de los Tres Hermanos

El interior estaba formado por dos naves abovedadas en forma de T. Allí pudimos contemplar pinturas murales bastante deterioradas que decoraban las paredes con los nichos destinados a contener los sarcófagos. En la decoración encontramos desde motivos geométricos hasta pasajes mitológicos. El más sencillo de reconocer decoraba el tímpano  del fondo de la nave: Aquiles disfrazado de mujer entre las hijas del rey Licomedes de Skiros.

También estaba decorada con los característicos medallones que servían de marco para, los que imaginamos, que eran retratos de las personas enterradas. Estaban sostenidos por una especie de angelotes. Afortunadamente, este ha sido uno de los espacios que no ha sufrido daños por parte de los terroristas de Daesh.

Detalle interior de la Tumba de los Tres Hermanos e iconografía del tímpano 

Sin embargo, uno de los símbolos de Palmyra destruido ha sido su majestuoso Arco del Triunfo. Visto demasiadas veces en prensa y televisión en el último año, sin duda era un símbolo reflejado en libros de historia, postales y recuerdos por ser parte del perfil característico de la ciudad antigua.

Arco del Triunfo (detalle vano central) Octubre 2007

Cada uno de sus tres vanos enlazaban con los tramos de la avenida columnada. Lo atravesamos como quien atraviese un portal que comunica el presente con el pasado. La voz de Y. nos narraba historias, leyendas... Conocía cada rincón de Palmyra  lo que para mi carácter curioso y exigente fue todo un privilegio.

Vano lateral del arco con detalle de decoración geométrica

Detalle Arco del triunfo con las pilastras adosadas

Vista desde el interior de la avenida columnada.

Hoy este portal mágico de grandes sillares ha sido destruido sin piedad. Me quedo con su recuerdo y con todo lo que sentimos al cruzarlo, al mirar hacía arriba para ver esos grandes sillares e intentar imaginar lo que supondría atravesarlo 2000 años atrás. La ruina evoca, evade y en Palmyra sin duda cobra su máxima expresión.

Imagen publicada en prensa de la destrucción del Arco del Triunfo (antes y ahora)
Restos del Arco del Triunfo de Palmyra. Imagen tomada el 27 de marzo de 2016

Londres exhibió el pasado mes de abril (2016) una réplica de este arco como homenaje al monumento dinamitado. La réplica en mármol es dos tercios del original. La idea es que sea transportado a otras ciudades del mundo en señal de solidaridad con Siria y que en 2017 pueda viajar a Palmyra para colocarlo cerca del original.

Réplica del Arco del Triunfo de Palmyra en Londres. Abril 2016

La siguiente parada fue en el Tetrapilón, monumento que en ocasiones se puede encontrar en el Oriente Romano y que se solía construir en algún cruce de calles. En Palmyra servía de encrucijada entre las dos principales avenidas de la ciudad. Como se puede ver en la siguiente imagen, está formado por cuatro espacios compuestos a su vez por cuatro columnas.

Tetrapilón (Palmyra)

Muy reconstruido por cierto, ya que únicamente una de las dieciséis columnas del conjunto es original. El resto se levantaron en cemento lo que permite diferenciar al espectador lo original de lo restaurado. Tiene de especial que se puede contemplar desde cualquier punto de la ciudad y según nos contó Y., siempre ofrece algo de sombra sea cual sea la hora del día.

En ocasiones se ha establecido un paralelismo entre Palmyra y la ciudad jordana de Jerash. Sin desmerecer a esta última y pudiendo hablar desde el conocimiento de haber estado en ambas, el enclave jordano no es en absoluto comparable con todo lo que encierra Palmyra.  No es sólo su historia, su recorrido, sus templos, tumbas o castillos. Es el color que tiene la piedra cuando la luz del sol la golpea. Es entonces cuando adquiere ese aspecto etéreo como si de un espejismo se tratase. ¡De alguna manera estamos en un oasis, por lo que tiene algo de lógica que siga conservando esa sensación de ingravidez al pasear por ella!

Columnata de la avenida (Palmyra)


Detalle columnas

Si nos centramos en los edificios religiosos, de los que más anotaciones guardo son del Templo de Baal- Shamin y el de Bel por lo que vuelvo  a reescribir lo que aprendimos de ellos por entonces.

El Templo de Baal- Shamin es pequeño si lo comparamos con el de Bel. Sin embargo juega con esa delicadeza en proporciones y en detalles decorativos. Baal-Shamin era un dios de origen fenicio, que disputaba la importancia y rango al mismísimo Bel. Calificado de 'Señor de los Cielos', se le representaba como una gran águila cuyas alas extendidas cubrían el sol, la luna y las estrellas. Sus símbolos eran el rayo y la espiga. Estamos ante un templo dedicado a una de las deidades preislámicas más importantes del momento.

Templo de Baal - Shamin
El templo presenta la típica estructura  romano- siria. A ambos lados de la cella encontramos dos plazas columnadas  con capiteles que recuerdan al estilo de los templo de la de Baja época egipcia.  Esas reminiscencias orientales, sobre todo de época ptolomeica, será algo que veremos también en el de Bel. Se encontraba en un fantástico estado de conservación por aquel entonces, en parte debido que fue reutilizado como iglesia en época bizantina por lo que no fue abandonado ni cayó en desuso. Desgraciadamente, el 23 de agosto de 2015, supimos que Daesh lo había dinamitado reduciendo el recinto a escombros.

Imágenes publicadas en prensa de la destrucción del Templo de Baal- Shamin
Confirmación por satélite de la destrucción del Templo de Baal- Shamin
Pocos días después, concretamente el 31 de agosto de 2015, el Templo de Bel, santuario más importante de la ciudad, iba a correr la misma suerte. A través de imágenes tomadas por satélite, la ONU confirmó lo que ya se avanzó en las noticias: El templo de Bel, Patrimonio de la Humanidad había sido dinamitado por los terroristas. De él guardo notas y bibliografía que me ayudó a desentrañar algunos de sus símbolos. Por lo que, como es lógico, merece unas línas en este cuaderno revisado de viaje.

Fue construido bajo el mandato de  Tiberio en el 32 d.C- aunque su construcción empezó mucho antes- para conmemorar y al mismo tiempo afianzar la anexión de Palmyra al Imperio Romano.Los arquitectos que lo diseñaron provenían probablemente de la gran ciudad de Antioquía.

Ningún otro monumento de la ciudad gana en importancia artística a este templo. Sirvió de modelo en proporciones y estilo al resto de construcciones de la ciudad. De él parte todo.

Hasta principios del siglo XX albergó casi la totalidad del pueblo de Tadmor compuesto por aquel entonces por tribus beduinas. El 1929 un decreto hizo esta población se trasladase al pueblo nuevo de Tadmor, al que nos referiremos más adelante.

Templo de Bel (acceso a los adyton) Octubre 2007
Estamos pues ante un templo único en la arquitectura clásica ya que tiene algunas peculiaridades que no se encuentran en construcciones similares. Por ejemplo, la puerta está descentrada, la decoración de algunas pilastras nos recuerda de nuevo a Egipto más que a Roma. Nos encontramos con dos adyton (o zonas sagradas) dedicados al Sol y a la Luna respectivamente, ambos hijos del dios Bel. Por lo tanto Bel y sus dos hijos, deidades también, formarían una  triada de origen mesopotámico. Se trataría pues de un templo que mantiene una disposición interior similar a los templos orientales pero que sin embargo usa el canon grecorromano en sus elementos arquitectónicos.

Acercándonos al Templo de Bel
Allí estábamos mi marido, nuestro amigo Y. y yo adentrándonos en el templo de Bel como si de una aventura se tratase. Sacamos bastantes fotos del interior y nos acercamos a los adyton, muy elevados en altura y enmarcados por una singular decoración que mezclaba elementos clásicos y orientales.

Interior del Templo de Bel

Interior Templo de Bel (escalinatas de acceso al adyton)

Las cámaras estaban cubiertas de forma diferente. La del lado norte tenía una falsa bóveda semiesférica dividida en casetones con los retratos de lo que parecían deidades y  los doce signos del Zodiaco. En cambio, el techo de la cámara sur contaba con una rica decoración geométrica y floral aunque muy  ennegrecido por el humo de las ofrendas que allí se harían.

Detalle de techo de una de las cámaras ennegrecido por el humo de las ofrendas
El exterior de la cella ofrece otras curiosidades: El arquitrabe del lado este está colocado de tal forma que da la sensación de que todo se puede derrumbar en cualquier momento. En el muro sur hay columnas adosadas de orden jónico –las únicas en Palmyra–, pero las columnas corintias que se mantienen en pie están desprovistas de capiteles, y ostentan en su lugar cilindros lisos. También destacar la presencia de los capiteles palmireños (desconocidos hasta entonces para mi) y que gracias a las explicaciones de Y. supe que eran una variante del corintio,

La cornisa del edificio central está coronada con una fila de extraños remates escalonados, a modo de almenas. Volvemos a encontrar una decoración oriental que se aleja de los motivos griegos. La calidad de la talla es de gran belleza permitiendo en ocasiones que se pueda ver el cielo a través de los intersticios que se abren entre las hojas. Como conclusión podemos afirmar que estamos ante un templo hibrido que reflejaría la situación de Palmyra en su momento. Se mantendrían las deidades y el rito semítico pero ayudándose en la ejecución del estilo grecorromano.

Muro exterior. Templo de Bel. 2007


En esta explanada exterior hay desperdigados centenares de tambores de fustes corintios que permiten hacerse una idea de la magnitud de los sillares pétreos. Algunos de ellos se emplearon para fortificar la zona ya que en época medieval este templo fue convertido en fortaleza.
Exterior del Templo de Bel. Detalle 

Rodeamos el Templo de Bel ya que el exterior contenía tantos restos que merecía la pena detenerse en algunos para observarlos.  Los cultivos que se veían junto a los palmerales y los olivos  hacían que no se te olvidase que te encontrabas ante un oasis.
Paseando por el exterior del Templo de Bel. Octubre 2007

Detalle de un friso en el exterior del Templo de Bel.

Detalle de un friso situado en el exterior del Templo de Bel.

Algunas de las joyas situadas en el exterior del Templo de Bel

Fotografía de satélite en la que se puede comprobar la destrucción del Templo
Y hoy reescribo con pena este capítulo de nuestro viaje pero intento mantener con vida aquello que ya no está a través de la palabra y de la lectura de estas líneas.  Hasta aquí, hasta el Templo de Bel dedico la entrada de hoy, pero como ocurre cada vez que termino un capítulo del que fue el viaje de nuetra vida, todavía queda mucha Palmyra por recorrer y mucha Siria por descubrir. Pero eso ya será hasta otra día. (Continurá...)

Antes y después del Templo de Bel



sábado, 7 de mayo de 2016

Yo estuve allí (Parte II)

Capítulo 2. Llegamos a Palmyra. Valle de las Tumbas.Colina de Um El Beqis


Palmyra es una ciudad romántica, cuyas ruinas desprenden un poder evocador tan real que te hace estremecer. Por ella desfilaban caravanas llenas de objetos y esencias de Oriente. Es la ciudad de la famosa reina Bat Zabbai, más conocida como Zenobia, la cual quiso darle el privilegio de la eternidad floreciendo tras la decadencia de Petra (sobre todo debido al cambio en las rutas de las caravaneras hacia otros desiertos).


Llegó a competir con el mismísimo Imperio Romano, sobre todo cuando Zenobia llegó al poder y nombró a su hijo Augustus en un claro pulso con Aureliano. Esta declaración sumada a que el ejercito de Palmyra invadió el Bajo Egipto y Asia Menor hizo que el emperador romano diese un golpe de autoridad con la intención de frenar a Zenobia y a su ejército.

Se dice que fue descendiente de la mismísima Cleopatra, algo que real o no, no hace más que crear en el imaginario colectivo un paralelismo entre la reina del Nilo y la de Palmyra. Paralelismo por su personalidad, su carácter osado, su legendaria belleza y su relación con el Imperio Romano.
 
La última mirada a Palmira de la reina Zenobia, cuadro por Herbert Schmalz

El emperador Aureliano la vio como una amenaza, por lo que envío sus legiones rumbo a Tadmor (el pueblo nuevo lo visitamos al salir de la antigua ciudad). En "Historia de Augusta" XXVI, 26-27, se recoge la carta de Aureliano a Zenobia y la respuesta de la reina a Roma.

Carta de Aureliano:

Aureliano, emperador del mundo romano y reconquistador del Orontes, a Zenobia y sus aliados. Tendriais que haber hecho espontáneamente lo que yo os ordeno por escrito. Os impongo la rendición, perdonándoos la vida, a condición de que tú, Zenobia, aceptes vivir con tus hijos donde yo te lo ordene, de acuerdo con el parecer del senado. Entregad al senado romano las gemas, la plata, el oro, las sedas, los caballos y los camellos que poseéis. Los habitantes de Palmyra conservarán sus derechos.

Respuesta de Zenobia: 
 

Zenobia, reina de Oriente, a Aureliano Augusto. Jamás nadie ha osado hacerme las propuestas que tú me has enviado por escrito. En la guerra, lo que se quiere obtener hay que ganarlo con el valor. Me exiges la rendición, como si no supiera que la reina Cleopatra prefirió morir antes que vivir humillada. No me falta ciertamente la ayuda de los persas, que ya se acercan; los sarracenos y los armenios están de nuestra parte; los bandoleros sirios ya han derrotado a tu ejército. ¿Qué ocurrirá, Aureliano, si se unen todos los refuerzos que esperamos de todas partes? Tendrás que deponer la arrogancia que ahora te hace exigir mi rendición, como si ya hubieras vencido en toda regla.

Tras la respuesta de Zenobia, Aureliano cargó con fuerza en la ciudad terminando su época de explendor. Existen varias teorías de los últimos días de Zenobia. La que parece más consensuada por historiadores es que fue llevada a Roma y desfiló como prisionera de guerra, algo bastante común en el Imperio Romano tras importantes conquistas o desafíos. Se dice que los palmyrenses asesinaron a los romanos que dejó Aureliano en la zona, por lo que hubo una segunda visita de las tropas del emperador que terminaron por arrasar la ciudad y a sus habitantes. Algunas zonas –las menos- fueron reconstruidas por Diocleciano. Un terremoto registrado en el siglo XI empeoró su situación y jamás volvió a florecer como ciudad. Al igual que ocurrió con otras zonas de Oriente Medio la zona se cristianizó para posteriormente formar parte del Imperio Bizantino y finalmente islamizarse.

Conocíamos la historia por los libros de texto, por la lección magistral que nuestro amigo Y. nos ofrecía a cada paso. Lo que desconocíamos es la profunda herida que nos iba a dejar conocer este lugar. Vivimos una especie de sindrome de Stendhal, la belleza se nos comia por los pies. Estábamos ante un bosque de columnas, desnudo, dorado, rojizo, rosado… Matices que bajo el sol no hacían más que otorgarle un sentido mágico al recinto. 

Valle de las tumbas en la colina de Um el- Belqis. Palmyra

Primero visitamos el valle de las tumbas. Están situadas en un una ladera de la colina Um el-Belqis y sirvieron de mausoleo a familias importantes de la ciudad. Son torres de varios pisos de altura que incluyen cámaras subterráneas. Se siguen conservando las escaleras que comunican a las plantas superiores. El profesor Kevin Butcher (Universidad de Warwick, Londres) defiende que estos lugares podían ser comprados y que en ocasiones eran vistos como  inversiones y no solo como un espacio para enterrar a las familias.

Torre-tumba de Elahbel. 2007

La tumba que mejor recuerdo y de la que conservo más fotografías es la de Elahbel (103 a.C),quizás por ser la mejor conservada y bella. 

Tenía 4 plantas sin contar la zona subterránea. Estas torres podían albergar cientos de sarcófagos. El inferior estaba destinado a los hombres, el segundo a las mujeres, el tercero a esclavos y personal se servicio familiar, y el cuarto y último -donde pueden verse nichos muy pequeños- a los niños. La zona superior te regalaba una vista de la necrópolis que ya no podremos repetir nunca. Esta y otras torres fueron destruidas por Daesh en agosto de 2015.




El interior escondía tesoros hoy desaparecidos para siempre. Las techumbres de cada piso se cubrían con ricos estucados polícromos y pilastras corintias adosadas. 

Techumbre policromada. Torre-tumba de Elahbel.2007
También en su interior se podían contemplar restos escultóricos que se alejaban de las características helenas. Llamaba la atención encontrar estas esculturas mutiladas en el interior de estas torres. 

Detalle escultórico. Interior torre-tumba de Elahbel. 2007
Detalle escultura. Interior torre- tumba de Elahbel. 2007
En total, Daesh ha destruido al menos seis torres funerarias, incluyendo la Tumba de Elahbel y la Tumba de Atenatan como se puede observar en las siguientes imágnes aéreas. La superior tomada en 2010 y la inferior en 2015.




Tras fotografiar con detalle el interior de la torre y observar desde la zona superior la vista del desierto que nos rodeaba, procedimos a bajar las escaleras para seguir recorriendo esta colina y visitar el resto de tumbas cercanas. Tras ello nos dirigimos junto con nuestro inseparable Y. a otra parte de la antigua ciudad... (Continuará)
Vista desde la parte superior de la Torre tumba de Elahbel. 2007

jueves, 14 de abril de 2016

Yo estuve allí.

Llevaba meses intentando encontrar el momento oportuno para desempolvar esos cuadernos de viaje del año 2007 y releerlos con la distancia que dan nueve años y una guerra interminable. Cuando dijimos que nos íbamos de viaje de novios a Oriente Medio tuvimos que escuchar muchas palabras de asombro y miedo. No era el relax de Punta Cana o Riviera Maya, tampoco la apacible Europa, ni los seguramente apasionantes Estados Unidos. Nos íbamos a Siria en un año que pocos serían capaces de situarla en un mapa a la primera. Y nos íbamos porque sabía que era un "ahora o nunca". Aunque no es un viaje excesivamente largo, necesita de tiempo y algo de dinero para poder visitarlo de manera que merezca la pena. Además, después de la boda no queriamos esperar mucho para ser padres. Por lo tanto el viaje de novios era el momento perfecto. Lo que no sabíamos es que tan sólo 4 años después se iba a iniciar un conflicto con unas consecuencias catastróficas para su población, su historia, su patrimonio artístico y en definitiva para su futuro. Desde ese 2011 cada noticia que llega de Siria nos duele de una forma dificil de expresar. Recorrimos sus ciudades y pueblos, entramos en sus espacios sagrados, conocimos a hombres, mujeres y niños y sentimos cosas que no sé si seré capaz de transmitir con palabras.
Prometimos volver y espero que algún día esa promesa que hicimos se pueda cumplir. De momento sólo nos queda el recuerdo, que según contaban por esas tierras, es el único paraiso del cual no podemos ser expulsados.

(*) No subiré imágenes en las que aparecezcan terceras personas por seguridad. Sé que algunos han conseguido escapar de ese infierno, pero tenemos noticias de decapitaciones en público de habitantes de Tadmor. Por lo tanto, no incluiré imagen de ninguno de ellos que pueda dar algún tipo de información que a día de hoy pueda poner en una situación comprometida tanto a ellos como a su familia. La única persona que es posible no citar y fue nuestro acompañante por el país, se encuentra en estos momentos a salvo en Alemania y será nombrado como Y.


Capítulo 1. Bagdad Café


Carretera, desierto, vacío, carretera, desierto, vacio… La carretera de Damasco a Bagdad era una línea recta en la que por más que buscabas siempre te encontrabas con un horizonte color tierra. Nos esperaban unos 200km de coche del que apenas nos enteramos, ya que el propio viaje era todo un placer para los sentidos. Paisajes desérticos a ambos lado del asfalto en el que, muy de vez en cuando, se podía ver alguna pequeña vivienda.

Mapa de Siria
Carretera Damasco- Iraq


Un recorrido que hicimos montados en los asientos traseros del twingo color pistacho de nuestro amigo Y. Simpático y noble, hizo que nuestra estancia en Siria se haya convertido en uno de los momentos más especiales de nuestra vida. No hubo (ni habrá) viaje como este. Jamás. Una tierra maravillosa que esconde algunos de los tesoros artísticos más importantes de todos los tiempos. Esa carretera nos iba a llevar a uno de ellos, desconocido para muchos pero inolvidable para aquellos que hemos paseado entre sus restos: Palmyra.

Carretera Damasco- Iraq en nuestro vehículo.

Cuando quedaba aproximadamente la mitad del trayecto fue cuando descubrimos unos carteles que nos indicaban una parada, una especie de oasis de piedra y madera en el desierto el cual se anunciaba con uno de esos gigantes molinos que tantas veces hemos visto en las películas de vaqueros. Estábamos llegando a Bagdad Café. 

Bagdad Café (detalle)

Bagad Café era como un refugio en medio de la desértica carretera que conducía de Damasco a Tadmor (antiguo nombre en arameo y rebautizada como Palmyra por los romanos). Una pequeña posada, delicadamente decorada con telas, fósiles, mapas y recuerdos. Y. aparcó en la puerta y tocó el claxon del coche. Tras esto, apareció por la puerta un beduino, con el típico pañuelo jordano  sobre la cabeza. Amablemente nos invitó a pasar y nos sentamos en el interior mientras nos servían te y fumábamos en shisha. El beduino tocó un instrumento de cuerdas típico de la zona mientras Y. nos dedicaba una canción. 
Bagdad Café (exterior)



Mientras Gaby estaba hablando animadamente con Y. sobre el encanto de este lugar, me vistieron de beduina con un pañuelo rojo y una especie de túnica negra bordada. Risas, música y tabaco. Nos hubiésemos quedado allí horas y horas pero teníamos que proseguir nuestro viaje. Aún hoy me pregunto qué habrá sido de ese lugar. Entre las fotografías que saqué, hay una en la que se ve unaimagen del presidente Bashar Háfez al-Ásad.  Imposible que esté hoy colgada ahí. Toda esta zona que hoy vuelvo a recordar fue tomada por Daesh en mayo de 2015 y recuperada por el ejercio gubernamental sirio a finales de marzo.  No sé qué habrá pasado con Bagdad Café, quizás en unos meses podamos tener noticas del lugar. Con los recuerdos igual de vivos que en 2007, volvemos a nuestro twingo pistacho y seguimos nuestro camino.


La carretera seguía como una recta imposible. No podíamos alejar la mirada de la ventanilla. Disfrutábamos de esa enorme soledad y pureza que transmitía el paisaje. Nos encontrábamos a 152 km de Iraq. En uno de los tramos la recta se dividía hacia la derecha y se creaba otra recta también hasta el infinito, esa era la carretera que llevaba a la antigua Mesopotamia. Nos giramos y la contemplabamos ensimismados por la increíble fuerza que transmitía. A lo lejos se veía un soldado sentado en la cuneta, solo, esperando quizás. Nadie dijo nada. Nuestro coche seguía recto rumbo a Palmyra pero no pudimos evitar volver la mirada atrás para retener unos segundos más esa imagen. Iraq, soldados... Una  especie de déjà vu visto tantas veces en televisión. Por primera vez en nuestra vida estábamos al otro lado de la pantalla.


Señal que indica la distancia que nos queda para llegar a Palmyra


Y por fin se abrió ante nosotros la ciudad antigua de Palmyra, inmensa, hermosa e inalcanzable. De ella conocimos todo. Nada hacía pensar que sólo unos pocos años después, mucho de lo que lo que allí vimo iba a ser destruido. Pero eso ya es otra historia. (Continuará...)


Fotografía en el exterior del Tempo de Bel. Destruido el 30 de agosto de 2015 por el Daesh.



domingo, 15 de noviembre de 2015

Prohibido sentir

El 14 de noviembre me desperté con la triste noticia de los atentados en Paris. Triste si, muy triste, pese a quien le pese. Después de ese día cada vez veo con más claridad que vamos en un  barco a la deriva. Un barco lleno de humanos cada vez más egoistas, más vacios y más desprotegidos de la propia maldad de su especie. Un barco mugriento que tiene su reflejo en las redes sociales. 

Observo que cada vez gusta más eso de zancadillear, menospreciar e incluso corregir sentimientos. Me diréis: ¿"Corregir sentimientos"? Sí, eso es lo que digo. Os lo explico de forma sencilla.

Como se te ocurra compartir una foto/artículo/noticia relacionado con el maltrato animal (por ejemplo Toro de la Vega) siempre aparecerá el cuñado de bar que todo lo sabe que te reprochará que le prestes atención a un animal muriendo niños de hambre en el mundo.

Pero cuidado, nuestro amigo que de todo opina, el día que denuncies la situación de los civiles sirios que huyen de los terroristas de Daesh (1) se echará las manos a la cabeza recordándote los problemas que hay en España. Se le llenará la boca de un casposo patriotismo y de una demagogia barata capaz de dejarte con los ojos como platos.


El mismo que nunca ha sido voluntario de nada ni por nadie, pero siempre con su "primero los de aquí" por delante. Como si el mundo estuviese dividido en dos partes, los de aquí y los de allí. Separación barata de ideas y de sentimientos que florecen como mierda en las redes sociales. 

Cuñados y cuñadas de bar que intentan hacerte culpable de sentir el atentado que hubo en el país vecino con sus comentarios irónicos y desafortunados. Todos los días hay niños masacrados, mujeres violadas, las pateras siguen llegando y los refugiados de guerra no encuentran más que vallas a su paso. En Etiopía siguen muriendo niños de hambre y en Sierra Leona siguen existiendo los niños soldado, sigue la exclavitud laboral de menores en Perú, los narcos en México y las mujeres maltratadas de Afganistan o Nueva Delhi.

El mal no lo inventaron los del Daesh, sigue ahí asesinen en Yemen, Líbano o Paris. Pero hay mucho más detrás de esta organización terrorista. Mucho, mucho más. Quizás el libro de Patrick Cockburn (ISIS: El retorno de la Yihad, Editorial Airel, 2015) sea, con diferencia, el que mejor explica a un occidental lo que no nos explican los medios de comunicación. 

Y a los que nos consideramos "normales" nos duelen las mismas muertes, nos duelen las personas hombres, mujeres y niños de cualquier parte del mundo. En estos días leí una frase que decía algo así:

"¿Habéis visto el video de la gente huyendo horrorizada por las calles de París?
Pues imaginad ahora que al final de la calle hay una valla."


Por eso soy tajante con el tipo de gente que mantengo en mi red social. No me tiembla el pulso si me tengo que cargar a algún contacto. En absoluto. De la misma manera que yo elijo quién entra en mi casa o con quién me siento en una mesa, también decido qué tipo de personas quiero que formen parte de mi día a día.Y no es que sea muy exigente, pero no hay espacio para gente sin alma, no tengo tiempo ya para ellos. Del mismo modo que desconfio de la gente a la que no le gustan los animales. Drástica en muchas cosas, evito rodearme de gente tóxica y la verdad es que hasta ahora me ha ido bien.

Así que a vosotros os dedico estas lineas, sí, a vosotros a los comunmente llamados "gilipollas de turno". Dejad que la gente se exprese, grite por las injusticias que ve en vuestro barrio, en Tordesillas, en Paris, Raqqa o Bagdad

Menos zancadillas al sentir de los demás y entrenad un poco el corazón. 
Lo tenéis muy muerto.

(1) Llamemoslos por su nombre "el que siembra discordia", " el que aplasta bajo sus pies". No es un Estado, es un grupo terrorista.