Los lunes. Madrugar. El invierno. Las paradas de autobuses. Las prisas. Olvidar un cumpleaños. El chocolate con churros. La niña de Rajoy. Los payasos. Las avellanas. Planchar. El cierzo. La ley del tabaco. Que el fin justifique los medios. Los insectos. Los diccionarios. Que se rompa, que se caiga o que se pierda. Prestar libros. Los churros. Aznar. Olvidar sacar la lavadora. L@s dependientes que preguntan demasiado. No encontrar la 34. Decir adiós. Que me lo digan. La lluvia. Los coches. La ley del menor. Encender la luz. Florentino Pérez. Las fronteras. La impuntualidad. Ir al médico. La economía. Que levanten la voz. La velocidad. No entender. Que no me entiendan. Las visitas. Que me hablen en el autobús. Las iglesias. Que se me rompa la punta del lapicero. Subir con gente en el ascensor. Que me mientan cuando ya sé la verdad...
(Continuará)
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22 de enero de 2011
Mmmmm... a mí no me gustan las aceras en las que no puedo marcar el ritmo sin pisar las líneas de unión entre las baldosas... pero el mundo no está hecho para maniáticos...
ResponderEliminarA.
Seguro que hay más cosas que no te gustan. Ya compartirás conmigo al menos diez... De momento llevas sólo una! ;)
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